
Lo primero que debemos saber es que las grasas
trans o ácidos grasos trans (en ingles trans fatty acids) son un tipo de grasa,
que proviene de la hidrogenación de aceites vegetales. Esto significa que la
industria agrega oxigeno, sí oxígeno, a los aceites vegetales con el objetivo
de hacerlos sólidos a temperatura ambiente. ¿Por qué hacen esto? Porque
utilizar estas grasas en los procesos de manufactura tiene beneficios, aumenta la
estabilidad y el sabor del producto, haciendo que el tiempo de conservación del
mismo sea mayor y sin aparición de signos de deterioro y mejora la textura. Podemos
encontrar grasas trans en productos alimenticios tales como: margarinas,
galletitas dulces y saladas, caramelos, dulces, alimentos fritos, horneados y
en otros productos procesados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados.
También podemos encontrar grasas trans de forma
natural en algunos alimentos de origen animal, como: leche, demás productos
lácteos y la carne. Pero su cantidad es despreciable y no tienen efectos desfavorables
como las de origen industrial.
Lo más importante que debemos conocer son los
efectos adversos que producen estas grasas en el organismo. Por un lado
aumentan la concentración en sangre del LDL-Colesterol (conocido vulgarmente
como “colesterol malo”), su exceso tiende a adherirse y engrosar las paredes de
las arterias y venas de todo el cuerpo. Y por otro lado disminuyen la
concentración de HDL-Colesterol (también reconocido como “colesterol bueno”),
que provoca una disminución en la capacidad para regular, eliminar y reciclar
el colesterol. Esta situación aumenta el
riesgo de enfermedad cardiovascular, de muerte súbita de origen cardíaco.
La Dirección de Promoción de la Salud y Control
de Enfermedades No Transmisibles, del Ministerio de Salud de La Nación, impulso
la campaña “Argentina 2014 libre de grasas trans”. La misma está dirigida a dos
poblaciones, por un lado a la industria de los alimentos, con el objetivo de
incentivarlas a reducir la utilización de grasas trans en la elaboración de sus
productos alimenticios. Y por otro lado al
consumidor con el afán de informar qué son las grasas trans, sus efectos
perjudiciales para la salud y la necesidad de disminuir su consumo.
Estas acciones tienen un marco normativo, ya que
se ha incorporado un artículo en el Código Alimentario Argentino donde se
indica la cantidad máxima permitida de grasas trans que pueden usar las
industrias en la elaboración de sus productos alimenticios, y hace obligatorio
declarar la presencia de grasas trans en la etiqueta que contiene la
información nutricional.
.jpg)
Es importante saber que en la información
nutricional, la grasas trans también puede aparecer con el nombre de aceites
hidrogenados o aceites parcialmente hidrogenados, que son utilizados como sinónimos.
0 comentarios:
Publicar un comentario